Investigadores de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (OHSU) crearon un dispositivo en miniatura denominado “chip dental” que ofrecerá a los odontólogos la posibilidad de brindar tratamientos personalizados e identificar los materiales de restauración más eficaces y duraderos basándose en los propios dientes y en la microbiota oral del paciente.
Este chip dental está elaborado de una fina rebanada de un molar humano colocado entre laminillas de goma transparente que están grabadas con pequeños canales por medio de los cuales circulan los fluidos. El dispositivo tiene la capacidad de imitar un diente real con una cavidad, permitiendo que los fluidos y las bacterias se muevan libremente entre la abertura de la cavidad y la zona interna del diente. Los científicos visualizarán la interacción de los materiales y las bacterias a través de un microscopio.
La investigación publicada en la revista Lab on a Chip resalta que ésta es la primera vez que se crea un sistema de órgano en un chip para la investigación dental.
Luiz E. Bertassoni, profesor asociado de odontología restauradora en la OHSU, expresa que los materiales de restauración de hoy en día no funcionan tan bien como deberían; en promedio, duran entre cinco y siete años, y luego se rompen o desprenden. Esto se debe a que los especialistas no han sido capaces de determinar lo que está sucediendo en la interfase del diente y la restauración. “Este dispositivo puede ayudar a abordar este problema al darnos una visión cercana de lo que está sucediendo allí en tiempo real”, dijo Bertassoni.
Dentro de unos años, los dentistas podrían extraer un diente de un paciente, cargarlo en este dispositivo, observar cómo un material de empaste dental interactúa con el diente, y elegir un material que sea el mejor para ese paciente en particular”, resaltó el profesor Bertassoni.
La principal función de este dispositivo es ayudar a los investigadores a comprender mejor el funcionamiento interno de las células dentales en su entorno natural. Los especialistas podrán utilizar el diente en un chip para discernir mejor cómo se forman los dientes y cómo se comportan biológicamente ante los diversos tipos de lesiones y tratamientos.
“Abre una nueva ventana a la complejidad del cuidado dental que podría cambiar la forma en que hacemos odontología de manera bastante significativa”, expresó Bertassoni.
Este tipo de avance tecnológico le proporcionará a los especialistas la posibilidad de contar con herramientas que los ayuden a ser predecibles en sus diagnósticos y tratamientos con el fin de brindar una atención única y menos dolorosa a sus pacientes en trabajos de restauraciones dentales.
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